RUTA TRANSPIRENAICA EN CARAVANA

Transpirenaica en caravana

Ruta en caravana des de La Vall d’Aran hasta el Cap de Creus

Ya hacía tiempo que teníamos ganas de hacer la famosa Transpirinaica con la caravana. Así que aprovechando que este año 2020 no estaba la cosa para viajar muy lejos a causa del virus, nos hemos decidido a hacerla. Eso sí, la hemos hecho toda dentro de Cataluña ( hay que tener en cuenta que la Transpirenaica “original” se acostumbra a hacer des de Navarra).

PRIMER TRAMO

Nuestra aventura empieza en el pueblo costero de Cubelles, dónde cogemos la autopista C-32 hasta El Vendrell y allí la AP-2 hasta Lleida. Una vez en Lleida iremos a buscar la N-230 que nos llevará hasta la Vall d’Aran. Esta carretera va entrando y saliendo de Cataluña y Aragón, ya que va siguiendo la “frontera” entra ambas comunidades.

Después de un par de paradas técnicas ( café, wc,..) y casi 4 horas más tarde llegamos a Vielha e Mijaran. Os tengo que decir que hay un antes y un después del túnel de Vielha ( N-230). Entras en él con clima mediterráneo y sales en clima atlántico. La sensación es cómo cuando te bajas de un avión en otro país. Empiezas el descenso hasta el pueblo de Vielha, que lo vas viendo allí abajo, custodiado por las grandes montañas que lo rodean. Es una sensación muy especial que os invito a vivir en algún momento.

Pasamos el pueblo de Vielha y nos fuimos por la misma N-230 dirección Pont D’Arrós, en busca del Camping Artigané ( N-230 pk 168 ). Elegimos este camping a través de su web, en la que se muestra una zona de acampada al lado del río que tenía muy buena pinta. Además, nos apetecía ver otro camping de la zona, ya que años antes ya habíamos visitado La Vall d’Aran y nos acampamos en el Camping Verneda, muy cerca del Camping Artigané.

Al llegar al camping ya nos dimos cuenta que no tenía mucho que ver con lo que habíamos visto en la web. Sólo entrar había un minigolf y un parque infantil. Los parques de cuándo yo era pequeño eran más modernos. Además las hierbas estaban tan altas que los niños no podían ni andar, pero cómo era la hora de comer, montamos rápido ( en esta ocasión montamos hasta la cocina exterior por si nos llovía en algún momento de hacer alguna comida) y nos pusimos a comer.

Después de dar una vuelta por el camping para ver que tal estaba, comprobamos que aquello más que un camping parecía la zona cero de una guerra. Los fregaderos muy viejos y sin ningún mantenimiento, maderas caídas, grifos que al abrirlos el agua salía para todos lados, excepto para abajo. Vimos un cartel que indicaba pista de futbol y piscina y allí fuimos. La presunta pista de futbol era una pista de tenis con la valla perimetral caída y oxidada. La pista, obviamente no tenía ni red ni porterías. La piscina estaba vacía y alrededor de la piscina había trastos y lo que parecía un chiringuito de piscina cerrado.

Todo esto lo podréis ver en el siguiente enlace:

Aguantamos dos días allí ( por pereza de desmontar) y nos cambiamos al Camping Verneda. Nada que ver con el Artigané! Un camping todo verde, limpio, con piscina climatizada, dos parques infantiles muy chulos, una sala de cine para los niños, etc.

SEGUNDO TRAMO

Después de 6 días disfrutando de la Vall d’Aran, volvimos a la carretera dirección Espot, dónde podríamos disfrutar del Parque Nacional de Aigüestortes y el Estany de Sant Maurici.

En éste trayecto nos esperaba el primer puerto de montaña. El Port de la Bonaigua. Se trata de un paso entre dos montañas que te hace ascender hasta los 2072 metros. Es una carretera de mucha curva y estrecha, aunque dos coches pasan bien. Empezamos el ascenso y a los pocos metros nos encontramos una señal de obras que nos advertía que los siguientes 6 quilómetros, la carretera se encontraba sin asfaltar. Os podéis imaginar nuestra preocupación, subir un puerto de montaña ( que no estamos acostumbrados) con la caravana y con el pavimento de tierra y grava.

Por suerte el ascenso fue bien y llegamos al punto más alto sin ningún contratiempo. El descenso también fue con tensión, bajadas fuertes con curvas muy cerradas. Toda la bajada la pasamos con marchas cortas y frenando mucho. Tanto que cuando llegamos al Camping Sol i neu, en Espot, los frenos de la caravana olían a quemado ( en parte normal después del gran esfuerzo que tuvieron que hacer).

El camping Sol i Neu es un camping pequeño, con piscina, muy cuidado y con grandes parcelas totalmente verdes. Esta justo al lado de un río. Es otro de los campings que nos ha gustado mucho y al que seguro que volveremos.

(El video del camping podréis verlo también aquí)

Des de Espot subimos a ver el Estany de Sant Maurici, la Cascada de la Ratera y el Estany de la Ratera. Para subir hasta el Estany de Sant Maurici hay unos taxis que salen des del mismo pueblo de Espot, sino también hay la opción de subir andando des de un parquing que se encuentra a unos 5 quilómetros del Estany. Nosotros, cómo viajamos con niños pequeños, decidimos coger un taxi.

Lo que vimos allí arriba es simplemente increíble. Vale la pena subir y disfrutar de las maravillas de la Naturaleza.

Estany de la ratera, Parc nacional d' Aigüestortes i Estany de sant Maurici

TERCER TRAMO

Pasamos dos noches en Espot y volvimos a retomar la carretera, esta vez dirección Puigcerdà. Des de Espot, hay que bajar hasta coger la carretera C-13 dirección Sort. Una vez llegados a Sort nos esperaba el segundo puerto de montaña de estas vacaciones. El Port del Cantó ( Puerto del Cantó). Este puerto une las poblaciones de Sort y la Seu d’Urgell y en su punto más alto llegamos a les 1721 metros. Este puerto de montaña se nos hizo muy largo, la subida pero sobretodo la bajada.

Es un puerto que, a diferencia del Port de la Bonaigua, la bajada es muy pronunciada y no hay ningún sitio para poder parar con la caravana para descansar los frenos. Así que hicimos la bajada toda seguida. Ahora bien, cuándo ya estábamos llegando al final del puerto, en una de sus muchas curvas cerradas, al frenar con el coche la caravana nos dio un fuerte empujón. Nos llevamos un gran susto la verdad. La siguiente curva volvió a suceder los mismo, pero esta vez con menos intensidad, ya que intenté frenar de manera más progresiva.

Al llegar al final de la bajada, en un descanso que había antes de una rotonda, paramos para comprobar si había sucedido algo en la caravana. Al acercarnos a la caravana nos vino un fuerte olor a quemado y vimos cómo salía humo de las dos ruedas. Estaba claro que habíamos sobrecalentado los frenos de la caravana. Lo que no sabíamos era hasta que punto. Descansamos unos diez minutos para dejar enfriar un poco los frenos y volvimos a la carretera. Aún nos quedaban 55 quilómetros hasta Puigcerdà. Obviamente todo el camino lo hicimos con mucho cuidado porque algo no iba bien.

Al final llegamos a Puigcerdà, dónde acampamos en el Camping Queixans. Se trata de un Camping de Primera Categoría, con una gran piscina, parcelas con hierba ( aunque a nosotros, PARA DOS NOCHES… ( según dijo el sr. del camping), nos dieron la única de todo el camping que era de tierra), y zona infantil de juegos.

Estando en Puigcerdà, si vais con niños podéis subir a la Estació de esquí de la Molina, allí encontraréis un parque de aventura de estos que pasan de árbol en árbol con cuerdas, tirolinas, etc. A los niños les gustó mucho.

CUARTO TRAMO

En este camping pasamos dos noches, y llegó el momento de partir. La idea era ir hacia Besalú, pueblo medieval precioso, que nos coge de camino hasta el Cap de Creus, destino final de nuestra Transpirinaica. Pero mirando el mapa pudimos comprobar que nos esperaba un nuevo puerto de montaña, La Collada de Tosses. No sabíamos cómo estarían los frenos de la caravana, así que preguntamos en el camping y nos aconsejaron no pasar por La Collada de Tosses. Es más, nos dijeron que ellos para ir hacia la Costa Brava ( Cap de Creus, nuestro destino) no pasaban nunca por la Collada y nos explicaron una ruta alternativa.

Esta ruta nos hizo coger el Túnel del Cadí ( 12 euros de peaje) y bajar por la C-16 hasta el pueblo de Berga, allí cogimos la C-62 hasta Santa Creu de Joglars, enlazamos con la BP-4653 hasta llegar a Sant Quirze Besora, la C-17 hasta el desvio a la BV-5626 hasta Sant Vicenç de Torelló, la BV-5224 hasta Sant Andreu Savola dónde entraremos en la C-37 durante varios quilómtros hasta la C-152 que nos hará entrar en Olot y finalmente cogeremos la A-260 hasta Besalú .

Con esta ruta alternativa no pudimos hacer la Ruta Transpirenaica tal y cómo nos hubiese gustado hacer, Transpirenaica pura. Pero con el problema que arrastrábamos en los frenos no nos quisimos arriesgar. Y suerte que no lo hicimos, cómo podréis ver más adelante porque sinó hubiésemos tenido algún susto grande.

Pues ya estamos en Besalú, ahora teníamos que encontrar el Camping Besalú, que era el que habíamos elegido mirando su web. Para llegar al Camping hay que subir unos 3 quilómetros por una carretera muy estrecha y con curvas cerradas, a trozos asfaltada y a tramos de tierra. La verdad es que se hace larga. Esta carretera sale des del párquing que encontramos al lado de la oficina de turismo y dónde dejaremos el coche para cruzar el mítico puente que nos lleva a la ciudad amurallada. Una vez llegados al camping, nos encontramos una pegatina de Camping de 1ª en la ventana de la recepción. Ya a simple vista, el camping no parecía de primera, pero bueno le dimos un voto de confianza.

Sólo entrar, en la recepción no había nadie y nos vino a recibir un señor vestido de trabajo el cuál nos acompañó a la zona dónde podríamos acampar. Se trataba de una zona de parcelas. La mitad de la parcela tenia hierba y la otra mitad tierra, la verdad es que viendo la zona tenía que tirar mucho de imaginación para entender cómo eran las parcelas. Finalmente acampamos en una y nos fuimos a la piscina ( hacía un calor terrible). La piscina era de esas que haces un agujero en el suelo y lo recubres con un liner. Se veía todo bastante viejo y dejado la verdad. Justo al lado de la piscina había cómo un campamento de varias personas que parecían vivir allí, con carros de supermercado, pallets,… La zona de lavabos y lavadero estaba también muy deteriorada y vieja y el colmo fue el váter químico, que estaba súper sucio y embozado. La verdad es que lo de la categoría no se si era verdad o es una pegatina que han comprado ellos por internet,…

Hay que decir, que el camping disponía de un pequeño supermercado dentro de la recepción. Este supermercado eran dos estanterías en la cuales podías ver una botella de vinagre, un champú,… Me recordó a una escena de la mítica serie Walking Dead, cuando los protagonistas entran en los colmados buscando comida,…

Lo bueno de haber estado en ese camping ( porque siempre hay un lado bueno para todo), haber visto el pueblo de Besalú, que es precioso y haber contactado con el Taller de Caravanas ESMI.

Llamamos dónde compramos la caravana ( nueva) para comentarles el problema de los frenos y nos dijeron que en Besalú había un taller de caravanas por si queríamos ir a que nos miraran los frenos. Así que llamamos y nos hicieron un hueco el día que nos íbamos. Allí nos desmontaron las ruedas para comprobar que había sucedido en los frenos y SORPRESA!!! Los tambores de los frenos se habían calentado tanto que los ferodos se habían desprendido de las mordazas, rompiéndose uno de los ferodos, por lo tanto habíamos estado sin frenos en la caravana des del Port de Cantó. El chico de allí, Albert, nos dijo que así no podíamos circular y que en ese momento no tenía la pieza para cambiarla. Si la tenía que pedir tardaría unos tres días en llegar. En ese momento vimos que se nos habían acabado las vacaciones,.. por una avería que posiblemente podríamos haber evitado conduciendo de manera correcta en el puerto de montaña*. Pero Albert, antes de desistir cogió su coche y se fue a otro taller a ver si encontraba la pieza que nos permitiera seguir nuestro viaje. Y así fue! la encontró y se puso manos a la obra, nos cambió los frenos de las dos ruedas y pudimos seguir nuestra Ruta Transpirenaica..

frenos de la caravana rotos

ÚLTIMO TRAMO

Después de reparar la caravana, cogimos otra vez la N-260 dirección Figueras, nos quedaban 60 quilómetros hasta el Port de la Selva, nuestro último destino en esta aventura por el norte de Cataluña.

último tramo de la Transpirenaica 2020

Una vez llegamos, acampamos en el Camping Port de la Vall, camping de segunda categoría con salida directa a la playa. Un camping correcto, con una situación geográfica inmejorable. A parte de salir a la Playa de la Vall, justo delante del camping pasa el camino de ronda, por el cuál puedes ir en bicicleta o andando y llegar a unas calas de aguas cristalinas ideales para hacer snorkel, paddle surf, kayak, o cualquier otro deporte de agua. Y para los más sedentarios, sentarse y mirar como golpean las olas en los acantilados y las rocas. Es un lugar idílico dónde nos volverán a ver sin ninguna duda.


Snorkel en la costa brava
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Transpirenaica en caravana
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Transpirenaica en caravana
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aquí os relatamos la ruta que hemos realizado por todo el norte de catalunya
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